En medio de una sociedad en donde cada uno debe resolver sus situaciones de la manera más conveniente, sin que nadie se preocupe por el otro, cuánto hace falta escuchar un consejo sabio.
Por ello, porque no escuchar el consejo que alguien que conoce la Palabra de Dios puede darte. Si necesitas consejería, acércate y pregunta en cada una de las sedes para horarios y agendamiento.
Recuerda que siempre una decisión puede afectar no solo nuestra vida, sino la de muchos otros.